Me llama la atención las relaciones que pueden surgir a través de la red.
Como alguna gente, en principio inteligente, puede llegar a influirse, a perder literalmente el norte y a enredarse en relaciones sentimentales en chats de internet.
Dos casos de este tipo, los he vivido muy de cerca.
El primero, me impactó mucho porque se trata de un matrimonio amigo que llevaban juntos 15 años, con una complicidad que cualquiera veía. La esposa, llevaba meses observando un cambio de actitud hacia ella, a pesar de que habían tomado la decisión de tener un bebe. Él chateaba en exceso por internet. Extrañada, oyó una conversación por teléfono en la que él le decía a su interlocutor que podían quedar para conocerse y que la echaba de menos. Enseguida, supo que su marido tenía un lio por internet y que ella se había convertido en un convidado de piedra. Se separaron y el comenzó a vivir en solitario, sin continuar con aquella relación vía chat. Ella lleva casi dos años sufriendo, depresiva porque nunca entendió, que se le pasó a el por la cabeza para terminar con una vida conyugal por simples conversaciones a través de la red.
Otro caso, más sangrante todavía y que incluso mueve a risa, es el de un joven con su vida resuelta en cuanto a trabajo, pero con carencias en lo afectivo, que conoce a través de un chat a cierta sudamericana.s Se enamora perdidamente de ella llegando al extremo de enviarle toda su nómina para que su amada... y su madre... pudieran vivir, incluso trasladarse a España con él. Ella le aseguraba que parte de ese dinero era para sus estudios en la universidad y que estaba deseando conocerle. Le mandaba fotos, supuestamente de ella. El cada vez más enamorado. Tanto que no tenia ni para pagar el alquiler de su casa y sus padres preocupados, comprobaban como no tenia ni para comer algunos días. Finalmente fue la familia la que tomo cartas en el asunto, policía por medio incluida, lo que acabo por asustar a nuestro Don Juan cibernético, quien obligado por las circunstancias, puso fin a los giros telegráficos... Mano de santo... de la colombiana nunca más se supo.
Dos casos, reales como la vida misma, os lo aseguro, pero que dan una idea de la complejidad de las relaciones humanas, agravadas hoy día por la facilidad de interconectar a través del ordenador. Todo ello de plena actualidad tras confirmarse que, por lo visto, la desaparición de la jovencita sevillana se debe a un asunto relacionado con un tema parecido al que motiva mi entrada de hoy.
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¡Hola, buenos días!
ResponderEliminarMuy buenas las patatas a la riojana. Esta vez las he hecho con tu receta. Esperamos la nueva para el viernes.
Muchos besos
Efectivamente el mal uso de las nuevas tecnologías, puede llevar a fraudes, de todo tipo, ya sean sentimentales, económicos, pederastas, etc.
ResponderEliminarPero yo creo que sabiendo hacer uso de ellas, y con equilibrio psicológico, son muy útiles; un ejemplo nuestro entorno, es sumamente utilisimo y gratificante, y sin duda participativo, porque no solo tenemos relación por internet
; ya que somos todos personas con mucha vida social, sentimental, afectiva, con otras personas, animales, vegetales, etc.
Y lo de las recetas ¡que me cuentas de la utilidad culinaria!.
Bueno ya filosofaremos otro día, pero ojo todo en su justa medida, y sin abusar, por cierto espero la receta de los gazpachos manchegos, (lo siento Alberto, se me ha escapado, no queria chafar la sorpresa).